Miles de trabajadores del servicio de limpieza y jardinería se manifiestan tirando basura y quemando contenedores horas antes de que comience la huelga indefinida contra los despidos que anunciaron las empresas.
Los trabajadores de limpieza viaria y jardinería de Madrid han salido
a la calle pocas horas antes del comienzo de la huelga indefinida para
enviar un claro mensaje a la alcaldesa Ana Botella y a las empresas
concesionarias de estos servicios: “Si nos despedís, arderá Madrid”, han
clamado los miles de jardineros y barrenderos que este lunes han
llenado de basura y de fuego las calles de la capital desde Atocha hasta
la Puerta del Sol.
A esta manifestación han acudido 8.000 personas, según ha asegurado a
Público Moisés Torres, representante de UGT. “No esperábamos tanta
afluencia pero han venido a apoyarnos diferentes colectivos,
asociaciones de vecinos y otros sindicatos, además de los familiares de
los trabajadores”, apuntaba.
Periódicos, restos de alimentos, latas y contenedores, toda valía
para alimentar el fuego. Los viandantes miraban atónitos cómo los que se
encargan de mantener limpia la ciudad hacían lo contrario. No han
esperado mucho para encender las fogatas que han recorrido todo el
cortejo. A los diez minutos del comienzo, a las 18.00 horas, papeles y
contenedores ardían al paso de una larga columna de uniformes
reflectantes que protestaba contra los 1.144 despidos que tres de las
cuatro empresas concesionarias anunciaron hace poco más de una semana.
“Si esto no se arregla, Madrid lleno de mierda”, cantaban los
trabajadores que, además de los despidos, se enfrentan a la negociación
de un nuevo convenio colectivo en el que las compañías pretenden reducir
los salarios un 43% o aumentar las horas de trabajo semanales de 35 a
40, entre otras medidas.
“No son sólo los EREs, sino trabajar de lunes a domingo por menos de
700 euros. Somos gente con hipotecas y con hijos”, afirmaba a Público un
barrendero de Cespa, la única empresa de las cuatro (FCC-Alfonso
Benítez, Ferrovial y Sacyr Vallehermoso) que no ha presentado un ere
después de que el Ayuntamiento unificara las distintas contratas de
estos servicios en un solo contrato con una reducción del 27% respecto
al año anterior. “No ha hecho ERE pero no descarta los despidos. Cespa
se encarga de la zona centro y sus recursos están bajo mínimos, por eso
no puede despedir a nadie”, explica este barrendero, que también añade
que “una sola persona está cargando con el triple de trabajo que antes.
También hay falta de medios, y no sólo humanos, sino material de
trabajo. Por eso la huelga va a ser masiva”.
“No son sólo los EREs, sino trabajar de lunes a domingo por menos de
700 euros”, dice un barrenderoPoco a poco, la manifestación ha avanzado
hasta la Puerta del Sol, donde hasta cinco hogueras simultáneas han
servido para volver a quemar los uniformes de trabajo, igual que
hicieron hace dos domingos frente al Ayuntamiento de Madrid. Allí, al
calor del fuego han pedido la dimisión de Ana de Botella.
“El Ayuntamiento tiene tanta culpa de los despidos como las
empresas”, asegura un jardinero que lleva trabajando 10 años para las
contratas del Consistorio. “Unificó los servicios y recortó el
presupuesto. Ahora las empresas quieren ganar más con mil trabajadores
menos y es el Ayuntamiento el que ha permitido que lleguemos a este
punto al no fijar unas directrices claras para que las empresas
subroguen a todos los trabajadores”, apuntaba.
Poco a poco, los trabajadores han ido abandonando la céntrica plaza,
aunque será por poco tiempo. A las 24.00 horas de esta noche comienza la
huelga indefinida que todos los sindicatos han convocado para que se
retiren los ERES y se pacte un convenio colectivo que respete los
derechos de los trabajadores.
El Ayuntamiento decretó el pasado viernes los servicios mínimos para esta huelga. Serán
de un 40% para los trabajadores a pie de calle y el personal del
Servicio de Limpieza Urgente (Selur) y en un 25% para el de
mantenimiento de jardines, áreas infantiles y mobiliario urbano.
Esto servicios han sido fijados por Madrid Salud, entidad responsable
de la salud pública en el municipio, en base a criterios de
mantenimiento de unas condiciones mínimas de higiene tanto en las calles
como en zonas verdes, áreas infantiles y de mayores.