La Policía arresta a cerca de 400 ultras rusos y lanza una redada masiva de inmigrantes tras el asalto anoche a un centro comercial por grupos nacionalistas
Cerca de 400 personas han sido detenidas durante los
disturbios masivos de carácter racista que tuvieron lugar el domingo en
el distrito de Biryuliovo, en el suroeste de Moscú. Los disturbios, en
los que participaron entre mil y tres mil personas, se produjeron
después de una manifestación convocada por grupos nacionalistas para protestar por el asesinato el miércoles pasado de un joven de la localidad, identificado como Yegor Scherbakov, a manos, presuntamente, de un inmigrante.
Asimismo,
la policía rusa ha lanzado en la mañana de este lunes una redada masiva
contra inmigrantes y ha trasladado a unas 1.200 personas a comisaría
para comprobar si tenían sus papeles en regla.
Los participantes
en la protesta irrumpieron a golpes y lanzaron bombas de humo en un
centro comercial que emplea a varios inmigrantes y se enfrentaron con
las fuerzas de seguridad cuando intentaban dispersar la concentración.
Los violentos atacaban a grito de "¡Poder blanco!" y "¡Adelante, Rusia!". En total, resultaron heridas una veintena de personas, ocho de las cuales tuvieron que ser hospitalizadas.
La Policía no actuó para impedir la manifestación,
que no contaba con el permiso de la autoridades, y tardó varias horas
en restablecer el orden en Biryuliovo. Todos los detenidos figuran de
momento como testigos en el caso por gamberrismo abierto por las
autoridades.
Cientos de personas atacaron el centro comercial a grito de "¡Poder blanco!" y "¡Adelante, Rusia!"
"Todos
los provocadores y participantes activos en estos sucesos deben ser
establecidos y llevados ante la justicia", afirmó el ministro del
Interior ruso, Vladimir Kolokóltsev, en una reunión de urgencia con
jefes policiales moscovitas. El ministro insistió en la necesidad de
esclarecer cuanto antes el asesinato de Scherbakov, quien según su novia
fue apuñalado por un inmigrante caucasiano.
El asesinato tuvo
lugar la pasada madrugada del jueves al viernes en Biryulevo. El
fallecido, un joven de 25 años de edad, volvía a casa con su novia
cuando fue apuñalado hasta la muerte. El asesinato fue grabado por
cámaras de seguridad y medios rusos informaron de que el supuesto asesino se trataba de un inmigrante del Cáucaso.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin,
solicitó a principios de mes un incremento de los trabajadores en el
ámbito de la construcción pero, en un gesto a favor del sentimiento
anti-inmigración, insinuó que podría restringir la entrada de
trabajadores extranjeros en otros sectores.