Un estudiante parisino de 18 años se halla en estado de "muerte cerebral" tras ser atacado anoche por cinco nazi-fascistas cerca de la estación de Saint-Lazare. Conocido en los medios políticos izquierdistas franceses por su activismo antifascista, Clément fue agredido con puños americanos
por un grupo de boneheads cuando salía de la estación del RER (tren de
cercanías) y llegó al hospital de la Pitié-Salpetrière en un coma
irreversible.
Un portavoz policial contactado por la emisora France Info ha evocado
una agresión "de carácter político". Según dicha fuente, los agresores
llevaban el pelo rapado, vestían chaquetas de cuero y se fugaron a la carrera tras dejar en el suelo inconsciente a la víctima. Esta versión ha sido refrendada por tres personas que acompañaban a Clément en ese momento y han prestado declaración.
En un comunicado hecho público de madrugada, el Partido de Izquierda
de Jean-Luc Mélenchon ha señalado que el joven era "conocido por su
compromiso contra la extrema derecha" y sugiere que tal vez por ello fue
"violentamente golpeado en el suelo" por una pandilla de ultras
pertenecientes al grupo JNR (Juventud Nacionalista Revolucionaria).
En el mismo texto, el Partido de la Izquierda exige "la
disolución de los grupúsculos de extrema derecha que han elevado el
nivel de violencia callejera en París y en toda Francia desde hace
varias semanas". Una clara alusión a los ataques a bares de
ambiente, disturbios callejeros y enfrentamientos con las fuerzas del
orden protagonizados en los últimos tiempos por simpatizantes de la
llamada Primavera Francesa y otros opositores radicales a la ley Taubira
sobre el matrimonio homosexual.
Una deriva peligrosa
Informado de la agresión, el alcalde de París, Bertrand Delanoë
dijo haberse enterado "con horror del asalto mortal perpetrado esta
noche por militantes de la extrema derecha a un joven activista cerca de
Saint Lazare". "Espero que la policía y los tribunales sean capaces de
identificar rápidamente a los responsables y adoptar todas las medidas
necesarias", añadió.
Trescientos detenidos, 231 puestos a disposición judicial y 36 heridos fue el balance de los últimos
incidentes
registrados el domingo 26 de mayo una vez concluida en la capital
francesa la manifestación contra la ley del matrimonio y adopción para
parejas del mismo sexo convocada por La Manif pour Tous. Pese a que el
texto fue promulgado el 17 de mayo y la
primera boda gay
se celebró el miércoles 29 en Monteppelier, la oposición sigue
protagonizando diariamente escenas de violencia en las calles de París.
Reunidos bajo el leitmotiv de la Primavera Francesa,
colectivos como Generation Identitaire, Oeuvre Française, Jeunesses
Nationalistes Révolutionnaires (Troisième Voie) o Renouveau Français
aspiran en estos días a impulsar en el Hexágono una especie de mayo del
68 partiendo de la contestación de la ley Taubira para fundar una nueva
extrema derecha.
"Estamos muy preocupados por este fenómeno, que repudiamos y llevamos
tiempo estudiando", declaró al respecto hace una semana el titular de
Interior Manuel Valls. "Se trata de jóvenes ultranacionalistas
anti-sistema que han aprovechado estas últimas jornadas de protesta
ciudadana para causar destrozos, agredir a periodistas y enfrentarse con
la policía. Su violencia no es sólo física, sino también verbal, ya que
sus comunicados llamando a la insurrección e instigan igualmente el
odio racial".
Si se confirma en las próximas horas que los agresores de Clément salen de la línea más dura de la Manif pour Tous,
el movimiento habrá entrado definitivamente en una deriva peligrosa.
Veremos cómo afronta el gobierno socialista de Hollande el polvorín
social en que se está convirtiendo Francia.