Tras una jornada de calma que parecía insinuar un final de las violentas protestas en Turquía, la protesta se reanudó de nuevo por la noche con nuevas cargas policiales en el distrito de Besiktas, en Estambul, así como en las ciudades de Ankara e Izmir, entre otras.

Por su parte los principales sindicatos del país, Türk-Is, Hak-Is y
DISK, se han unido y han decidió convocar una Huelga General de 72 horas
que dará su comienzo mañana Martes 4 de Junio. Aunque formalmente han
justificado su convocatoria de huelga con la solidaridad con la lucha de
los trabajadores de TEKEL (una de las mayores empresas públicas de
Turquía y que se encuentra en proceso de privatización), está claro que
el inicio de las protestas y su repercusión han influido claramente en
la decisión de convocatoria. El próximo Martes la clase obrera turca
librará una decisiva batalla en su lucha por revertir su hasta ahora
correlación de fuerzas desfavorable.
El Partido Comunista de Turquía (al igual que otros partidos de
izquierda, sindicatos y movimientos sociales), sigue siendo objeto de
una incesante persecución y acoso. Ayer fueron asaltadas las sedes del
TKP en Estambul y Ankara disparando pelotas de goma en el interior de la
sede, así como también fue asaltada la sede del periódico “El Sol”
órgano oficial del TKP. Esta mañana diversos dirigentes comunistas
fueron atacados mientras acudían en coche a una protesta en Ankara, la
policía atacó con pelotas de goma el vehículo resultando tres pasajeros
heridos. Por su parte el TKP ha condenado estos ataques y sostiene que
seguirá a la cabeza de las protestas junto a las masas populares hasta
que el gobierno dimita y se echen abajo el conjunto de medidas
reaccionarias.
Toussaint Louventure
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En el distrito de Sultangazi, en el barrio de Gazi, la Policía ha
lanzado gases lacrimógenos para contener a los manifestantes. En el
distrito de Sancaktape, en el barrio de Sarigazi, las fuerzas de
seguridad han realizado disparos al aire para dispersar a los
manifestantes y al menos cuatro han resultado heridos. En Izmir, los
efectivos han cargado contra los participantes en las protestas. Las
fotografías publicadas por los medios de comunicación muestran a los
agentes usando sus porras y tirando del pelo a los manifestantes. Según
la agencia de noticias Dogan, citada por Reuters, los manifestantes han
lanzado cócteles molotov contra la sede del gobernante Partido Justicia y
Desarrollo (AKP), dando lugar a un incendio.
"Hay muchos heridos graves y no todos pueden ser atendidos", denuncia un diputado de la oposición
En Kocaeli también se han vivido disturbios de madrugada. Unos 5.000
manifestantes han intentado llegar a la sede del AKP y la Policía ha
lanzado gases lacrimógenos para impedirlo. Hay unos 100 detenidos. Por
otro lado, en Ankara, la Policía ha dispersado manifestaciones en Tunali
Hilmi, Kizilay y Güven y ha lanzado bombas de gas alrededor de un
hospital. Al parecer, varias personas han sido detenidas.
Ayer, las fuerzas del orden capitalinas intentaron desalojar por la
fuerza a unas 10.000 personas. Inicialmente la policía reprimió con
gases lacrimógenos y cañones de agua a cientos de estudiantes que
intentaban acercarse a la sede del Gobierno de Erdogan. Poco después
iniciaron el desalojo de la plaza de Kizilay, que desencadenó una
batalla campal entre manifestantes y los agentes de la policía.
En otros puntos de la capital, médicos voluntarios han montado puntos
de primeros auxilios para atender a los heridos y los afectados por el
masivo empleo de los gases lacrimógenos. "Hay muchos heridos graves y no
todos pueden ser atendidos. Los jóvenes escriben en sus brazos su grupo
sanguíneo como precaución", explicó Ilhan Cihaner, un diputado del
Partido Republicano del Pueblo (CHP), en la oposición. "Vengo de un
hospital donde está ingresado un joven al que solo mantienen con vida
con las máquinas", añadió el parlamentario. "Esto es un movimiento
popular, que no está coordinado por ningún partido u organización, y
pido a la comunidad internacional que no se olviden de la juventud
turca. La actitud del primer ministro está provocando más violencia",
denunció Cihaner.
La agencia Efe pudo comprobar que incluso en barrios lejanos del
centro, muchos vecinos salían espontáneamente a la calle para erigir
barricadas que imposibilitan el paso de coches, encender hogueras y
llevar a cabo caceroladas para exigir la dimisión del gobierno. Las
emisoras turcas apenas informan sobre las protestas, lo que ha
enfurecido a muchos manifestantes que les acusan de ser cómplices de una
censura impuesta por el Gobierno.


Fuente: Agencias