Hoy se cumple un año de la carga policial indiscriminada contra aficionados de fútbol que acabó con el asesinato del joven Iñigo Cabacas. Un caso más de silencio político y de impunidad para "los que protegen la paz". Con la causa abierta, con ningún imputado y con un informe del forense que revela la causa de la muerte, el impacto de una pelota de goma. Pero sin Iñigo y con la rabia de saber que una vez más un asesinato de estas caracteríscticas continúa impune.