"Enarbolamos la bandera de la okupación como herramienta para organizarnos y para hacernos oír", con esta máxima los centros sociales y viviendas okupadas de la capital convocaron para este viernes una manifestación que denunciara la escalada represiva que viven los movimientos sociales más combativos y los recientes desalojos, algunos ilegales y violentos, de espacios recuperados.
El inicio de la manifestación se vio superado en algunos momentos por el numeroso despliegue policial de más de diez furgonetas antidisturbios. Decenas de manifestantes fueron cacheados e identificados en las inmediaciones pese a contar la manifestación con autorización legal. Algunos fueron retenidos hasta quince minutos a la salida de las bocas de metro cercanas al punto de encuentro.
Según algunas personas allí presentes, la nueva delegada del gobierno Amparo Valcarce, quien sustituyó a Soledad Mestre hace varios meses tras la denuncia de colectivos antifascistas y vecinales, confirma así su estrategia a seguir con los movimientos sociales de la ciudad. "Ya nos pasó en la manifestación contra las cadenas perpetuas en Aluche, la policía acosó a los participantes y hoy nos vuelven a presionar con una actitud agresiva y violenta", comentaba un manifestante frente a un considerable cordón policial.
La marcha que contó con cientos de personas la encabezaba una pancarta en la que se leía: "Okupar para luchar, luchar para vivir. Madrid, 30 años creando espacios de resistencia", el lema elegido por los convocantes entre los que se encuentran el CSO Eskuela Taller, CSOA La Casika, La Fabela, CSOA La Gotera, CSO 1924, CSO La Traba, La Ironía, La Barraka, CSOA La Fábrika, Vivienda Rural 4 gatos, CSOA La Gatonera, CSOA Chueca, ESOA El Dragón.
Una activista del CSO La Traba de Legazpi nos comenta como enfrentan la amenaza de desalojo "estamos intentando que todo el tejido social y popular que hemos creado en el barrio junto a muchos colectivos y organizaciones se plasme en la respuesta al desalojo. Queremos hacer participes de esta situación a todas las personas y colectivos que han trabajado y disfrutado de La Traba y que se impliquen en la defensa del espacio". Así mismo un miembro de La Ironía en Vallekas explica que "el desalojo es inminente, solo estamos esperando y acumulando fuerzas".
En referencia al violento desalojo de las viviendas okupadas en Móstoles, La Favela, uno de sus antiguos habitantes cuenta que "la creciente represión que vivimos en el barrio es todo una misma estrategia. El ayuntamiento quiere acabar con La Casika y otras experiencias populares, y esta poniendo todo su empeño para que esto acabe mal. Por nuestra parte tenemos claro que vamos a seguir resistiendo y aportando al barrio nuestro proyecto". Por último hablamos con un miembro del desalojado CSO 1924 de Vallekas "el desalojo nos hizo daño, aunque lo esperábamos. Estamos sufriendo una represión brutal en muchas de las iniciativas en las que participamos. Represión en el estadio de futbol, represión por nuestra militancia antifascista y represión por la recuperación de espacios abandonados". La nueva delegada del gobierno sabe que Vallekas es foco de resistencia y parece que se esta empleando a fondo.
La marcha concluyó a las puertas del La Traba con la lectura del comunicado y unas vistosas bengalas que iluminaron la entrada de la casa. La consigna de "si nos tocan a un@, nos tocan a tod@s" quedó demostrada con la respuesta que inicia el movimiento de okupaciones de Madrid, ahora cuando quieren acabar con el.